Mi experiencia como madre de familia se describe en la palabra familia. El Colegio Calasanz nos permitió en familia compartir la sensación de hacer parte de la familia Calasanz, un grupo de familias que al ser invitadas a participar respondimos con un Sí con tilde, un Sí para crecer, compartir y crear comunión en el amar y acompañar a nuestras familias.
La conferencia del inicio nos enseñó a estar atentos a lo que pensamos y a lo que sentimos; a no minimizar cada gesto, cada palabra, cada sensación; a escuchar y dar nombre a todo ello para gestionarlo en nosotros, los adultos, y enseñarlo a nuestros hijos.
Los talleres de las experiencias significativas fueron enriquecedores para nosotros como familias. ¡Qué maravilloso saber, en mi caso, que mi hijo conoce desde la clave pastoral y desde el acompañamiento, lo que es una relación de amistad, de noviazgo y de matrimonio, y cómo ese proyecto de vida se vive desde la plenitud del plan original del amor.
Gracias, Calasanz.
Les invito a que aprovechen ese grupo de familias y conformen un espacio semanal de familias Calasanz para continuar, en Piedad y Letras, guiando y dejándonos guiar por el Maestro de maestros.
Luz Ángel Vanegas Montoya
Madre de familia