Cuando la maestra Luz Karime nos anunció un encuentro con unos niños que nunca antes habíamos visto, en nuestro rostro se dibujó una enorme O de sorpresa. Entonces, nos acompañó durante varios días, la expectativa y la ansiedad por vivir una nueva experiencia.

Mientras decorábamos la cartelera para llevar al colegio Luis Carlos Galán, recordamos lo bien que se siente trabajar en equipo. También, logramos distribuir las funciones que desempeñaríamos y así conocimos nuestras responsabilidades. Por un momento nos sentimos como adultos, al saber que debíamos cuidar de unos niños más pequeños que nosotros. Era un gran reto.

De modo que llegó el día. Unos llevaban gaseosa, otros pelotas, algunos galletas, otros conos y aros; pero todos llevábamos una sonrisa gigante y muchos gestos de amor listos para compartir.

Cuando ingresamos al colegio, los más pequeños salieron al encuentro, chocando con fuertes abrazos y muchas risas. Jugamos, dirigimos circuitos, orientamos rondas y desarrollamos actividades lúdico recreativas con todos los niños. La energía subió, cuando compartimos un partido de fútbol con los más grandes de ese colegio.

Cuando llegó la hora de despedirnos, nos embargó la tristeza y la nostalgia, queríamos más tiempo para llenar el corazón de buenos momentos, pero lo que no sabíamos, era que ya estaba lleno del amor y la entrega de San José de Calasanz por nosotros.

Así vivimos la experiencia “Calasanz va al encuentro con los niños” y estamos muy orgullosos de contarla.

Valentina Arias, Sara Arocha, Sara Albornoz y Valerie Cárdenas, del curso 5A